lunes, 19 de octubre de 2009

promo CHIARA LUBICH






integrantes:


kressil noemi ccorahua espillco
chintya velasquez cahuanca

la historia de nuestro colegio preferido

**fe y Alegria 32**

"Sembrando sueños... abrimos nuevos caminos"
Corría el año de 1985 cuando los primeros pobladores del AA.HH. "Su Santidad Juan Pablo II" de muy reciente creación (1984), ya se habían organizado para mejorar las áreas de salud y recreación de su pequeño poblado. Con su espíritu cooperativo y su afán de superación comenzaron a pensar en un futuro a más largo plazo y en la educación de sus hijos.
Orlando Gonzáles, Secretario General del Asentamiento había oído hablar de un sistema de educación en red llamado Fe y Alegría que desde hacía unos cuantos años había comenzado a extender sus nudos por Chacarilla de Otero, en la entrada de San Juan de Lurigancho, con la fundación de los colegios de Fe y Alegría 4 y 5, en aquel tiempo uno dedicado a la educación de las niñas y otro dedicado a los niños. En tiempos más reciente la red se había extendido hasta Huáscar con el Fe y Alegría 25 y Bayovar con el Fe y Alegría 26, colegios que estaban en sus comienzos pero que iniciaban su camino con fuerza y la colaboración de todos. Así que la solicitud de una nueva obra a la Oficina Central de Fe y Alegría no parecía una idea descabellada.
Fue así que en el mes de septiembre de 1985 llegó a la Oficina Central de Fe y Alegría del Perú una solicitud oficial del pueblo de S. S. Juan Pablo II pidiendo la fundación de un colegio.
Mientras, la Comunidad de las Hermanas Dominicas de Springfield con casas en la Sierra y en San Borja iban conociendo algunos pueblos jóvenes para encontrar un sitio donde trabajar en un Colegio de Fe y Alegría.
Los caminos de Dios y los planes de las personas iban tomando forma concreta, así que en Diciembre de 1985 las Hermanas Dominicas aceptaban la responsabilidad de la Dirección de un nuevo colegio y la Asamblea General del pueblo de Juan Pablo II, conformada por más de 300 personas aceptó las condiciones, el concepto y la Filosofía que el Movimiento de Educación Popular Fe y Alegría les proponía en la persona del P. Antonio Bachs S.J., peregrino e impulsor de todos los nacimientos producidos en el Movimiento en el Perú desde hace ya cuarenta y tres años.
Con el compromiso tripartito entre el Ministerio de Educación que ampliaba su Convenio a un colegio más comprometiéndose en proporcionar y pagar los profesores, el compromiso de Fe y Alegría de construir y dotar el colegio y el compromiso del pueblo de trabajar y apoyar en dicha construcción se ponía en marcha el colegio número 32 de Fe y Alegría en el Perú. Tras determinar bien el terreno y desalojar algunos vecinos comenzaron a levantarse las primeras clases de esteras.
Fueron miembros de la primera comisión para construir el colegio las siguientes personas: Tito Perea Vena, Carlos Robles Serrano, Lira Acho de Robles, Lourdes Ninamanco Agreda y la Hna. Judith Living. Así se comenzaron los primeros trabajos de manera que un lunes, 7 de abril de 1986, el colegio comenzó a funcionar por primera vez con 225 alumnos repartidos en 6 aulas con 6 profesores quienes con numerosos padres de familia participaron en la jornada inaugural del Colegio. Las seis aulas se distribuyeron en tres de primer grado, dos de segundo grado y una de tercero. Es deber de justicia nombrar y destacar a las seis primeras mujeres profesoras del Colegio: Giovanna López Calagua, Ivonne Díaz Santos, Lila Moreno Sánchez, Edith Muñoz Mena y Arianna Padilla Montoya.
Otro tanto habría que decir de la Primera Junta Directiva de Apafa: Tito Perea Vela (Presidente), Edith Suárez de la Pena (Economía), Lira Acho Inuma (Secretaria), Pablo Porras Moreno (Organización), José Saba Mencholi (Disciplina), Eduardo Díaz Hernández (Derechos), Rosalía Navarro Jara (Propaganda)y Betty Artica Núñez (Salud).
El Colegio, bajo la dirección de la Hna. Judith, se iría completando en aulas y profesores según las disponibilidades presupuestarias de la Oficina Central de Fe y Alegría. Las bases habían sido firmes y la obra avanzaba con ímpetu. Así crecía el colegio hasta que en el año 1992 las hermanas fueron requeridas por su congregación para otros cargos de mayor responsabilidad.
Comenzaba una nueva etapa en que el colegio iba consolidándose y en que hubo que buscar nuevo Director entre los profesores recayendo la responsabilidad en la persona del profesor Francisco Villanueva, quien estaría al frente del mismo hasta el comienzo del año 1996.
A comienzos de este curso, los Hermanos que habían llegado a Perú en 1983 para dirigir el Instituto Superior Pedagógico "Monseñor Elías Olazar" de Yurimaguas ya habían establecido comunidades en Lima en el Puericultorio Pérez Araníbar y en el colegio San Judas Tadeo de San Miguel. Conocedores de la obra de Fe y Alegría y orientados a su carisma de la educación de la juventud, reciben el ofrecimiento de dirigir un colegio de la red, en concreto el número 32. Es así que por las coincidencias humanas y sobre todo por el soplo del Espíritu llegan a San Juan de Lurigancho a comienzo del curso 1996.
Toman las riendas del Colegio y tras un año de "observación" empiezan a dar con fuerza su propio impulso a la obra. Son los años del Hno. Carlos (1 año de Director), Hno. Lupicinio (2 años) y Hno. Felipe (7 años), los tres llegados en el mismo año y que van a impulsar sucesivamente la obra. En este período se finaliza toda la Primaria y Secundaria en el centro definiéndose como un colegio de cuatro líneas que crece progresivamente. Se consolidan y dotan de maquinaria los diferentes talleres, elemento fundamental en la propuesta pedagógica de Fe y Alegría y se comienza y asienta la formación profesional con el C.E.O. de Costura y Carpintería Metálica, actualmente convertidos en CETPRO de las mismas especialidades.
Se termina prácticamente la construcción, se dotan de material al laboratorio y aulas telemáticas, se redistribuyen los espacios diferenciando claramente la zona de colegio, de talleres, de aulas telemáticas y servicios de administración y de pastoral, capilla y comedor, llegando a la situación que se observa actualmente.
No cabe duda de que esta joven historia es una historia viva que merece celebrarse agradeciendo a los que nos antecedieron y animando a los presentes a disfrutar, en el buen sentido de la palabra, de una obra que ha ido siempre paralela de la mano de Dios y de los hombres.
Por todo ello no nos queda más que decir:

¡Feliz 23º Aniversario, Colegio Fe y Alegría 32!